"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

martes, 1 de enero de 2013

De nuevo, año nuevo


Obligando a la mente a buscar una idea fotográfica para la entrada del año nuevo, un sonoro griterío cercano -a diez metros del mirador- perturbó la búsqueda que ya empezaba a ser fatigosa, pues días llevaba “amarrado al duro banco” de Espronceda con un simple e inicial catarro. Reconocí de inmediato su origen y lugar de procedencia: dos cotorras en el árbol desnudo de mi calle.

No distingo entre cotorra argentina o cotorra de Kramer, pero aseguro que son cotorras, aves advenedizas desde un erróneo y falso concepto de animal de compañía de los que -ya generalizado su asentamiento en las grandes ciudades- soportamos vuelos, chillidos escandalosos y suciedad ambiental en nuestros jardines y arboledas urbanas.

Lamentablemente estamos en el momento exacto de su adquisición irresponsable y posterior –más irresponsable- momento de abandono. Esto último favorecerá el empobrecimiento de nuestra biodiversidad urbana, ya de por si excesivamente invadida.

Su proximidad solo permitió un “clik”. Oído este, desaparecieron, dejando una imagen para esta entrada. De nuevo, estamos en el año nuevo. Felicidades.

Por motivos técnicos y de navegador no ha sido posible hasta ahora subir la imágen. Disculpas.



2 comentarios:

Antonio Banús dijo...

Luis: yo tengo unaKramer que le regalo su abuela a mi hijo hace 28 años. La diferencia con las argentinas es que, a parte de tener mucha mas mala uva, en el pecho tienen una franja negra que parece que llevan un frac. La mia habla y cuando los gemelos eran pequeños lloraba igual que ellos. Un abrazo

Luis Fernández dijo...

Gracias Antonio por la aclaración. Con ella quedan definidas las de la fotografías,son "argentinas". Otro abrazo. Luis