"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

sábado, 29 de junio de 2013

Malvas y adelfas



Malva real
 

Las flores de dos plantas de propiedades diferentes conforman esta entrada. Una, la terapéutica malva real y otra, la venenosa adelfa. Sus colores son llamativos y de parecida coloración –blanco, amarillo, rosa y rojo- y con ellos, en estos momentos finales de junio, las primeras, amplias, abiertas, permiten que las abejas se impregnen del néctar de su polen, propiciando la continuidad de su ciclo floral y las segundas, laman la atención desde su emplazamiento en los cauces de los ríos y arroyos, arcenes y medianas de autopistas y autovías y los cultivados parques y jardines. En el Botánico de Madrid, lucían así.











Adelfa












jueves, 27 de junio de 2013

Madrigal de las Altas Torres


Imposible resumir en una entrada de blog sin resultar pesada en texto y fotografías, la visita a un pueblo como el de Madrigal de las Altas Torres (Ávila), con la carga y legado histórico y monumental que posee. Rival de Arévalo y Medina del Campo, corte en 1438 con Juan II, matrimonio de este con Isabel de Portugal, nacimiento de Isabel, más tarde llamada La Católica, tiene las consecuencias de un pasado glorioso y de la actual monumentalidad, admirada en cada rincón.

Una muralla mudéjar de ladrillo y mampostería la protege, pero en ella se abren cuatro puntos –las puertas de Peñaranda, Arévalo, Medina y Cantalapiedra- en un perímetro cuajado de torres albarranas conexionadas entre sí por un adarve y defendidas por antemuro y foso.

El recorrido interior de la villa proporciona admiración en la mudéjar torre e iglesia de Santa María del Castillo, con destacado ábside de ladrillo y antiguas pinturas; el palacio de Juan II, lugar de su corte y nacimiento de la futura Isabel La Católica, en la actualidad convento de agustinas con claustro de doble planta; la iglesia de San Nicolás de Bari, con monumental torre y dos ábsides semicirculares de estilo mudéjar que aloja interesantes enterramientos y la pila bautismal donde lo fue Isabel la Católica; un Real Hospital de 1443 con hermoso soportal y galerías renacentistas con columnas y capiteles de granito.



El tiempo de visita no da para más y ya “en retirada”, buscamos el abandonado y semiderruido Convento de Extramuros de los Padres Agustinos, herreriano, de amplia fachada y superficie donde en 1591 dejó este mundo Fray Luis de León.

Grata visita, provechosa y complementaria con la de la decepcionante al Azud de Riolobos.


























miércoles, 26 de junio de 2013

Azud de Riolobos

Azud de Riolobos. Cartel informativo

A primeras horas de la mañana ya avistamos el lugar, el azud de Riolobos, espacio creado artificialmente en las proximidades del salmantino pueblo de Villar de Gallimazo para abastecer de agua los cultivos próximos a la zona, cultivos de cereales, algún pinar o encinar aislados. El motivo, disfrutar de la zona considerada como humedal y por tanto lugar de protección, acampada y reproducción de aves acuáticas (muy numerosas según lo leído) y esteparias que pueden observarse entre la vegetación acuática.

Una vez realizado el recomendado recorrido por el perímetro del azud, la decepción nos supera, pues, a excepción de algunas cigüeñas, escasamente vemos otras especies -no identificables por la distancia y la ignorancia- que en épocas favorables, se dice, pueden ser observadas. La ficción, una vez más, ha superado o al menos modificado la realidad. Posiblemente no sea la época. Tampoco lo fue en la visita reciente al Humedal de Villacañas, la Laguna de Tírez.

Breve reseña fotográfica de la visita. Magníficos campos castellanos. Colores.









Humedal de Villacañas. Laguna de Tírez