"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

lunes, 1 de febrero de 2016

Grullas en Gallocanta


Otro de los objetivos ampliamente esperado era el de esta visita a una laguna que, desde allá los años del bachillerato, ansiaba ver. Aún recuerdo…Laguna de Gallocanta.

Madrugando, el viaje proporcionó imágenes singulares. Un primer resplandor rosáceo que casi ocultaba una espesa niebla y el llanto de lo que fue fortaleza ahora ignorada. Siguió un intenso rojizo del que destacó el disco solar recién nacido del horizonte y ya permitió ir reconociendo camino, paisajes y siluetas. La persistencia de la acuosa y fría niebla a lo largo del recorrido presagiaba una merma en la disponibilidad fotográfica de nuestro objetivo, la grulla. Pronto, próximas, se dejaron “captar” para nuestra delicia. Después, habría más al alcance de la óptica fotográfica. El disfrute se aseguró.
 
Gallocanta y su laguna del mismo nombre –en la zaragozana comarca de Daroca- es un entorno de indudable valor ornitológico y medioambiental. De gran riqueza en especies acuáticas, destaca la de su concentración de grullas cada invierno. Más de 100.000 dicen las “crónicas”. A más de 1.000 m de altura se convierte en parada de las aves migratorias y dada su dimensión paisajista, ofrece un excepcional espectáculo visual.
 
Y así fue. Espectáculo visual intenso. Interés e intuición en la captura fotográfica de las grullas-protagonistas consiguieron que esta entrada que comparto, satisficiera plenamente la idea inicial de su visita. Espero volver.

Y como siempre, las fotografías.