"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Frutos y semillas, colores y formas



Los frutos y las semillas adquieren formas, colores y tamaños que los caracterizan e identifican con la especie. Cilíndricos, ovalados, globosos o esféricos, con superficies lisas o rugosas, con colores llamativos exteriores –amarillos, verdes, rojos, ocres, marrones, etc- que, junto con los interiores, dan el punto de madurez y jugosidad del mismo. Formas, algunas modestas, otras sorprendentes, pero generalmente llamativas y atrayentes.

A poco que te fijes en lo que te rodea durante un lento paseo con la “mente fotográfica” dispuesta, obtendrás imágenes que te sorprenderán, una vez recuperadas de la cámara y visionadas a un tamaño en el que se aprecie su detalle. Sin más dejo las siguientes imágenes de un excelente paseo por el madrileño jardín arbustivo del “Alfonso XIII”.

 




















miércoles, 17 de septiembre de 2014

Señales de otoño

Amenaza sobre el Real Jardín Botánico "Alfonso XIII". Madrid


Todo a su tiempo. El recorrido de las sendas botánicas del –para el amigo Antonio Banús-desconocido Real Jardín Botánico “Alfonso XIII”, de Madrid, nos han advertido –con señales claras- de que el verano va llegando a su fin y deja paso al otoño con algunas iniciales tormentas de aparato eléctrico, nubes amenazantes y días de viento que provocan la caída de la ya débil hoja arbórea que se arremolina primero en el suelo y alfombra más tarde el paseo sobre ellas.

Los colores son otra seña de identidad otoñal. Hojas de árboles y arbustos, sus flores, frutos y semillas que ofrecen cambiantes tonos, son inequívocamente precursores del cambio estacional que, muchos –sobre todo los aficionados a la captura de sus imágenes- ansían su llegada.

Dejo unas fotografías en las que he querido destacar esos colores. Habrá más. Todo a su tiempo.

 












viernes, 12 de septiembre de 2014

Puebla de Alcocer, historia y cultura



Este pasado agosto tuve la ocasión de visitar con algún detenimiento la encumbrada Puebla de Alcocer (Badajoz). Solo su castillo ya era conocido por mí de ocasiones anteriores, dada su íntima relación con el del belalcazareño Sotomayor y Zúñiga y las espectaculares vistas sobre la comarca de La Serena y el pantano de su misma denominación que rodean su alto emplazamiento y desde el que en ocasiones se dejan ver otras fortalezas algo alejadas.



Llegué provisto de ideal compañía y disfruté – o ya mejor- disfrutamos del bien hacer de José y de sus excelentes explicaciones histórico-culturales recorriendo algunas de sus empinadas calles, placitas y callejuelas que mis limitaciones deambulatorias no me dejaron disfrutar plenamente.



Motivo fundamental de esta visita era la de conocer una exposición sobre la actualidad de la ingente labor de recopilación y clasificación de documentos pueblacorecenses en la que está inmerso el Consistorio a través del personal adscrito a Cultura y al Archivo Municipal- del que me consta su interés y apasionamiento en esta labor- y de ubicación en lugar noble –de la Casa de Osuna- en una de cuyas estancias –ahora biblioteca-nació el que llegaría a ser fray Juan de la Puebla. Seguido a esta, se nos deja contemplar recoletas salas del Museo Etnográfico pertenecientes a las bodegas conventuales de San Francisco (s.XVI) en las que se recogen y exponen restos arqueológicos de la zona, aperos etnográficos de uso en matanzas del cerdo, cerámica, industria textil, muebles de época y objetos de hogar, de labranza y ganadero, caza y comercio y un lugar dedicado al conocido “Gigante Extremeño”.



Como es mi norma, dejo testimonio gráfico de esta visita –de agradable recuerdo y recomendación obligada- y el anuncio de la próxima referida a su castillo, que “bien merece una misa”. Y agrego, en su momento y ahora, una sana envidia con respecto al interés histórico-cultural de este pueblo, que me retrotrae al de mis raíces. El motivo se sobreentenderá.