"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

sábado, 2 de febrero de 2013

Abadía de Cañas

Monasterio abadía de Cañas. La Rioja.



Aconsejado por una riojana en mi visita a Santo Domingo de la Calzada que me informó de “un buen convento” en Cañas (La Rioja) hice un desvío en el destino a los monasterios de Yuso y Suso.

Cañas, de apenas un centenar de habitantes, está ligado desde siempre a la abadía del Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas, regido por monjas cistercienses. El monasterio, construido en 1170, tiene etapas constructivas diferentes, románica, gótica, etc. hasta llegar al siglo XVIII en que se completa el sencillo claustro ya neoclásico.

La iglesia es de tres naves, la central -más grande- y las dos laterales -con grandes ventanales con láminas de alabastro que original una iluminación poco habitual- se unen en el crucero. El retablo, obra de Guillén de Holanda, estuvo hasta 1975, situado en el ábside central y en la actualidad conforma un gran tríptico del que destacan esculturas en las calles centrales y pinturas en las laterales. Hoy, este ábside se encuentra vacío pero presidido por un Cristo Crucificado del siglo XIV, entre románico y gótico, de madera policromada. En el otro ábside de la epístola, hay una virgen gótica, también de madera policromada del siglo del mismo siglo y una escultura de Santo Domingo de Silos, nacido en Cañas.

Así mismo destaca la Sala Capitular, con portada de arcos apuntados con arquivoltas decoradas con motivos florales a ambos lados y planta cuadrangular en la que se encuentran laudas sepulcrales de abadesas y el sepulcro gótico policromado, apoyado sobre lobos, de doña Urraca Díaz de Haro, yacente y revestida de abadesa con báculo, cuyo cuerpo –comprobado en cuatro ocasiones- se conserva igual al día de su muerte.

El claustro, de planta cuadrada, con un jardín central, tiene dos galerías, la baja con arcos de medio punto y la superior con arcos de medio punto, en este caso cegados, pero en su centro practicada una ventana con cristal. Adjunto a él, entre otras dependencias, está la Cilla o refectorio, donde hoy se abre un interesante museo con relieves y tallas, pinturas y piezas de la abadía.

Agradecido consejo y acertado desvío.
 























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