Casi sin
determinar el punto de destino del paseo de hoy, el rumbo ha sido hacia un
lugar por mi poco conocido. Me refiero al Monte del Pardo, junto al tramo medio
del río Manzanares, con abundante vegetación natural de ribera, que seguro
ofrecerá buen refugio a la fauna y que bordea la senda ecológica del corredor
ambiental paralelo al citado río. Un amplio aparcamiento con zona de merenderos
y fuente, obligan a la parada, de tranquilidad “media” pues no faltan corredores,
paseantes y el ruido de la M-605 y el ferrocarril de cercanías próximo.
La parada
proporciona unas imágenes de árboles singulares por su vejez, altura, follaje y
copa que jalonan la senda limitada en un lateral por una vegetación protectora
formada por eneas, juncos y otros arbustos y por el otro, chopos, fresnos y
olmos que proporcionan sombra y frescor al paseante y/o deportista.
De estos
singulares destaca uno, un olmo negro (Ulmus minor) -impresionante de entre los
chopos, álamos blancos y fresnos- bajo el que disfruto de su sombra junto al
vetusto tronco y de sus gruesas ramas bajas, uno y otras de corteza dura, gris
y atractivas grietas y laberínticos entrelazados, todo ello protegido por el
denso follaje superior.
Estas son
las fotografías, pero…. ¿es un fresno o un olmo?. Dudas tengo.
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