Cada 2 de febrero se celebra y conmemora el Día Mundial de los Humedales. Desde 1971. Este año 2010, un lema de actualidad: Cuidemos nuestros humedales. Una respuesta al cambio climático.
Como siempre, actividades, seminarios, actos y valoraciones no faltaran por parte de organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales, ciudadanos y todas las entidades relacionadas con la naturaleza y medio ambiente. Todo ello en aras de una concienciación y sensibilización ante un problema que va adquiriendo dimensiones mundiales y que requieren políticas y puesta en marcha de programas para compensar el deterioro ambiental producido por la actividad diaria y consciente del ser humano.
La primera parte del lema, “Cuidemos nuestros humedales” adquiere especial importancia en nuestro país en estos días, en los que uno de los ecosistemas mas importantes e irremplazable de nuestro mapa de humedales, el de Las Tablas de Daimiel es noticia por la puesta en marcha de una iniciativa mediante trasvase, para su recuperación tras un largo periodo de degeneración debido a su intensa extracción de aguas y la lenta capacidad de recarga de su acuífero.
La prensa ya se hace eco de la “Resurrección de Daimiel”. Tras el citado período de sequía, el trasvase hidrológico político y las últimas e intensas lluvias en la zona, ya recuperan El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, ahogando la incendiada turba de su subsuelo y haciéndolas navegables a sus conservadores, ahora mas tranquilos.
Sirvan estas breves líneas como recordatorio y acicate para una mejora de la relación ser humano-cuidado global del entorno. Extenso o reducido, el humedal se ha de preservar del deterioro y las actuaciones de hoy que deriven en su sostenibilidad y disfrute de todos nosotros con la visión de la vuelta de la tradicional avifauna allí nidificante. Su función biológica es imprescindible para influir en la modificación climática, de impacto negativo en la sociedad y el medio ambiente.
Como siempre, actividades, seminarios, actos y valoraciones no faltaran por parte de organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales, ciudadanos y todas las entidades relacionadas con la naturaleza y medio ambiente. Todo ello en aras de una concienciación y sensibilización ante un problema que va adquiriendo dimensiones mundiales y que requieren políticas y puesta en marcha de programas para compensar el deterioro ambiental producido por la actividad diaria y consciente del ser humano.
La primera parte del lema, “Cuidemos nuestros humedales” adquiere especial importancia en nuestro país en estos días, en los que uno de los ecosistemas mas importantes e irremplazable de nuestro mapa de humedales, el de Las Tablas de Daimiel es noticia por la puesta en marcha de una iniciativa mediante trasvase, para su recuperación tras un largo periodo de degeneración debido a su intensa extracción de aguas y la lenta capacidad de recarga de su acuífero.
La prensa ya se hace eco de la “Resurrección de Daimiel”. Tras el citado período de sequía, el trasvase hidrológico político y las últimas e intensas lluvias en la zona, ya recuperan El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, ahogando la incendiada turba de su subsuelo y haciéndolas navegables a sus conservadores, ahora mas tranquilos.
Sirvan estas breves líneas como recordatorio y acicate para una mejora de la relación ser humano-cuidado global del entorno. Extenso o reducido, el humedal se ha de preservar del deterioro y las actuaciones de hoy que deriven en su sostenibilidad y disfrute de todos nosotros con la visión de la vuelta de la tradicional avifauna allí nidificante. Su función biológica es imprescindible para influir en la modificación climática, de impacto negativo en la sociedad y el medio ambiente.
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