Castillo de Peñarroya. Ciudad Real.

Hace ya unos meses -el campo aún mantenía el rojo amapola- y regresando de disfrutar del humedal de Ruidera, hice un alto al contemplar la silueta del castillo, del que, a la ida ya anoté su previsible visita, dada su integración en un paisaje atractivo.

Junto a la presa del pantano de Peñarroya, sobre el río Guadiana y a unos kilómetros de Argamasilla de Alba está enclavado el castillo de Peñarroya, tomado a los moros allá por el 1198 y en cuya fortaleza se encontró -venerada desde entonces- , la imagen de Nuestra Señora de Peñarroya, patrona de la citada población manchega de Argamasilla de Alba en la que se celebran dos romerías anuales, en abril y septiembre.

Se accede a la fortaleza por un pórtico junto a la torre del homenaje –que alberga dependencias de la cofradía de la patrona argamasillera- y junto a la ermita del siglo XII. Esta ermita, de estilo final del barroco, contiene un destacado retablo churrigueresco en el que se centra el camarín de la virgen -pequeña talla del siglo pasado- , y dos pinturas murales de notables dimensiones, copias de las de Murillo y Rafael.

Vista general del castillo de Peñarroya

Presa del embalse

Pórtico de entrada

Patio de armas

Interior de la ermita

Retablo churrigueresco y camarín de Ntra. Sra. de Peñarroya

Crucificado. Ermita

Pintura mural lado izquierdo

Pintura mural lado derecho

Amapola. Proximidades del castillo de Peñarroya

Paisajes de amapolas próximo al castillo

Amapola morada