"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

domingo, 25 de agosto de 2013

Nocturno "cum laude"




Lindada por el novelesco rio Tormes antes de ofrecer sus aguas al gran rio Duero, he encontrado una vez más una ciudad tranquila de la que se desprende, al unísono, historia y arte, componentes fundamentales para formar parte del patrimonio universal desde 1988. Me refiero a la ciudad natal del cervantino Lázaro –pícaro y astuto- de Tormes, como no, y de su definido amo, el Ciego. Esta es, Salamanca.

El paseo que ahora presento, nocturno, corto y placentero, está reducido al espacio central del entorno histórico y monumental de Salamanca, y de sus rincones atractivos, vivos a pesar de la ausencia universitaria. Luz y belleza. Edificios inmensos de destacados tonos dorados. Todo ello obliga al revoloteo de los sentidos. Y a volver.
















lunes, 19 de agosto de 2013

Calor y color

 
El esperado periodo vacacional veraniego llegó y con él la posibilidad de cumplir aquellas visitas y paseos que, desde la distancia temporal y física, se preparan para ese momento. Pero la realidad meteorológica puede acabar con ese cumplimiento. Así lo ha sido una vez más en mi caso. Y es que esa realidad meteorológica propicia la reducción y posposición de lo proyectado, incitando al letargo veraniego.


Rebuscando horas y temperaturas admisibles, se han conseguido las imágenes que dejo en esta entrada, dando fe del color que de forma extensa e intensa ofrecen los campos belalcazareños, despojados de sombras y vegetación cuando el calor se hace presente en su época estival. El animal camina en busca sombra y el triscar de algo no tan áspero como el pasto. El bosquete, aún verde a pesar de todo, presagia destrucción según aprecia en su vecindad. Y el castillo de Belalcázar, ese no es su color.




















miércoles, 31 de julio de 2013

Capitulos y flores

Jardín Botánico. Madrid

Del último paseo por el Botánico quedan estos “capítulos” y flores. Y a la vista de ello, tomo la expresión que asevera que “no hay primavera sin flores ni verano sin calores”.


El calor va en aumento y agostando la vida vegetal que rinde sus últimos destellos de esplendor. Es el momento de buscar otras latitudes –calurosas o no- en las que otras especies se adaptan para mostrar lo mejor de ellas. De ellas, de las latitudes, os presentaré las más vistosas que en su conjunto floral, seguro que ofrecen un intenso festival de colores. Y de sus aromas.




















martes, 30 de julio de 2013

Dalias de hoy

Dalias. Jardín Botánico. Madrid 
Hace ya más de cuatro años, un día de octubre paseé por el Jardín Botánico bajo una sombría amenaza de lluvia. No lo hizo, pero las hojas ya caídas, junto con el deteriorado colorido de las aún suspendidas y la atmósfera húmeda, ya apuntaban a la inminente instalación del otoño. Las dalias ofrecían color y vigor. De ello di cuenta en la entrada del 8 de octubre.


Esta visita de hoy, a primera hora y bien despejado el velazqueño cielo de Madrid, las dalias también ofrecían además de color y vigor, una amplia variedad de denominaciones –supongo que justificadas- que acompañan al genérico de “dhalia”- en cumplido recuerdo de su descubridor y que escapan a las entendederas del profano “botánico”.

Ya dije que en cualquier estación es recomendable el recorrido por los amplios macizos florales que componen el jardín. Con sosiego y rozando siempre la sombra de los centenarios árboles he captado como digo, la viveza de las dalias que se encuentran en el periodo más atractivo de su ciclo vegetal. Parecidas a aquellas son estas.