SAN MARTÍN DE TOURS. FRÓMISTA

De su exterior destacan, la cúpula octogonal del crucero y las dos torres cilíndricas del hastial -su fachada principal-, tres ábsides circulares y en general, muros sólidos con algunos ventanales con arcos de medio punto en sus laterales y los citados ábsides. Un adorno ajedrezado –guardapolvo- discurre por todas sus fachadas y pequeños canecillos bajo los aleros de puertas, tejados y tejadillos representando figuras mitológicas, animales y seres humanos. De las entradas en sus fachadas solo dos son accesibles, adornadas con doble arquivolta soportadas por capiteles y columnillas.
Su interior, sobrio y desnudo –solo destaca un ajedrezado a diferentes alturas- de planta basilical de tres naves, la central -con cimborrio octogonal sobre el crucero- es mas amplia que las laterales y todas terminan en ábsides semicirculares. Cubiertas con bóvedas de cañón y divididas por arcos fajones, están separadas por pilares compuestos –cruciformes- con columnas adosadas en las que destacan capiteles con decoración vegetal, animal, personajes humanos o de mensaje religioso o pagano.
En la nave central, en su ábside, destaca un Cristo del siglo XIII, junto a las esculturas exentas de San Martín (siglo XIV) y Santiago (siglo XVI).


















