Como ya anuncié en la entrada del 7 de mayo, he realizado la visita a un reducido número de patios (9 en total) y como no podía ser de otra manera he vuelto a admirar esos recintos llenos de flores. La primera hora es la adecuada para la tranquila visita y el disfrute de los sentidos. La armonía de los colores que ofrecen las begonias, rosales trepadores, limoneros, jazmines, alegrías de la casa, buganvillas y un sinfín de flores y plantas cuidadas con esfuerzo y amor de sus moradores, hacen de los patios un verdadero y atractivo reclamo para la visita de Córdoba en estas fechas.
Dejo a continuación una muestra fotográfica, también reducida, de esta visita con la mejor de mis intenciones, compartir mi paseo con todo aquel que visite este blog.
Amigo visitante, admira la hermosura de estos patios y el próximo año los visitarás tu también.
Dejo a continuación una muestra fotográfica, también reducida, de esta visita con la mejor de mis intenciones, compartir mi paseo con todo aquel que visite este blog.
Amigo visitante, admira la hermosura de estos patios y el próximo año los visitarás tu también.
Calle Lineros, 32.
Calle Lineros, 32.
Calle Lineros, 32.
Calle Mucho Trigo, 21. Mención especial.
Calle Aceite, 8.
Calle Aceite, 8.
Calle Aceite, 8.
Calle Lineros, 32.
Calle Lineros, 32.
Calle Mucho Trigo, 21. Mención especial.
Calle Aceite, 8.
Calle Aceite, 8.
Calle Aceite, 8.
Calle Siete Revueltas, 1.
2 comentarios:
Luis, con mucho interés he visto el reportaje antropológico.
Sobre el Gigante Extremeño siempre he oído decir a Carmen, mi mujer, que el gigante era natural de la Puebla de Alcocer (Badajoz), de donde también era su bisabuela Lucía, bisabuela que también lo era de Luis Delgado. Lucía era la esposa de quien compró a los condes el castillo de Belalcázar.
Claudio
Enhorabuena por el reportaje de los patios cordobeses. Como siempre, las fotos son de libro, consiguen sacarle el duende a esos patios tan preciosos.
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