"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Paseo por el Jardín del Buen Retiro I

 Otro paseo –uno más- por el enclave madrileño de El Retiro, recomendable en cualquier época pero en otoño, a poco que el tiempo acompañe con temperaturas suaves, por todos sus senderos ofrecerá sus atractivos colores de la época, provocando sensaciones placenteras y gratificantes en su recorrido cobijado por la amplia abundancia arbórea de la que dispone.


Su comienzo está entrando por la Puerta de Madrid y siguiendo sendas que aparecen a su derecha, llegamos hasta la Casa de Vacas –lugar de exposiciones temporales de pintura- para desembocar en la Fuente de la Alcachofa, dando vista al lago en cuyo límite noreste se levanta el monumento a Alfonso XIII.

Comparto las imágenes del paseo –generales y de detalle- que a buen seguro invitarán a realizarlo en la primera ocasión posible.

 


















lunes, 17 de noviembre de 2014

Paseo entre Parques



Así es el paseo de hoy, entre parques, el Parque de Cuña Verde y el Parque de San Isidro. No desconocidos pero si nunca visitados a pesar de estar en lugares de paso obligado. Y ha sido un paseo agradable, aunque inicialmente un amenazante nublado pretendía que no lo fuese.



En el primero, despacio y observando atentamente, alegran la vista –y la fotografía- las distintas plantas que aún a mediados de este otoño y sobre un fondo verde, enseñan otro color como el amarillo de las todavía cerradas flores del trébol y el popular “diente de león”, el preciso marrón de las láminas de un “hongo” recién cortado o el rojo de una rosa desubicada de su tiempo. Todo ello dentro de un marco otoñal de arboleda colorista, un peral ya luciendo una tupida blanca envoltura floral y una glorieta central con pérgola circular con largas ramas de rosal de altura, y su centro, futura espléndida rosaleda.



El segundo, El Parque de San Isidro –madrileño de por si- ofrece una clásica entrada señalada por dos grupos de dobles columnas que soportan un bello fragmento de la arquitectura clásica: arquitrabe, friso y cornisa. Avanzando y siempre atento, también ofrece plantas, arbustos y árboles que delimitan parte de su extensión, dejando para el final vistas impresionantes del horizonte monumental –ahora se dice “skyline”- de gran parte de Madrid, reconocibles desde un primer momento, la Torre de Madrid, el Edificio España, el macizo catedralicio de Nuestra Señora de la Almudena y una modernista torre denominada “Faro de Moncloa”, que ensombrece la cercana pero esbelta del Museo de América.



Me complacería disfrutaseis de las fotografías que a continuación dejo. Yo si lo hice. Y conocí más de Madrid. Me despidieron las cotorras argentinas que no se preocuparon de mi presencia.

 




























viernes, 7 de noviembre de 2014

Paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid



La compañía y charla con los amigos -Antonio y Kike- no fueron óbice para una vez iniciado el paseo por los pasillos de “nuestro jardín” darme cuenta de la estación en la que discurría el lento caminar y las obligadas paradas fotográficas re rigor.

Así lo indican las borduras desnudas y limpias de las bellas flores que hasta ahora y desde tiempos atrás ofrecían –nada más entrar – un genial entramado colorista y de especies. Claroscuros con fondo verde trasluz, hojas que bajo el rayo solar ya decadente magnifican su dureza frente al rigor del próximo invierno junto a otras que –ocres, diseminadas y escasas- aún se amarran a la rama que les dio brillantez. A media altura, flores que se resisten a perder su belleza y restos – escaramujos- de rosas que fueron y ya no son. Hojas que acompañan a los caídos los pétalos de aquellas y el conjunto de color verde-ocre de los vetustos árboles que todavía quieren lucir en otoño sabiendo ya de su caducidad y en levantando la vista –entre copa y copa arbóreas, la luz tamizada de nubes presentes y de segura continuidad en días siguientes.

No hay duda. El paseo es otoñal. Es noviembre. Los amigos no son estacionales. Son siempre amigos.