"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Sierra de Gredos. Paisaje y color



Las expectativas de la salida de hoy han sido colmadas en exceso por un destino nunca olvidado, una temperatura ideal para este tiempo y un sinfín de paisajes y colores de alta definición. Ha sido por Candeleda (Ávila) y las tierras del Valle del Tiétar al sur de la Sierra de Gredos.


Dando ya vista al Pico Almanzor (2.592 msnm), una primera parada nos hace admirar un cauce tranquilo de aguas de origen madrileño. Son las del río Tiétar y los sugerentes paisajes aledaños, premonitores del encanto de los del resto del recorrido que lo será por desniveles serranos, pequeños valles con bosquetes de robles melojos y pinos negros ofreciendo un colorido llamativo, praderas y pastizales y de gargantas con torronteras y casqueras de agua cristalina y canto de granito rodado. De regreso, unas semiocultas grullas determinan el final fotográfico de la salida. Dejo una muestra de lo obtenido.

























miércoles, 4 de diciembre de 2013

Campo del Moro, jardín real



Otra tarde más de otoño, otro paseo más entre la arboleda de un jardín centenario y real donde aún se aprecian restos de la primera nevada de este año y, caminando, aparecen imágenes privilegiadas entre los senderos de sus zonas boscosas y entorno histórico, entre las cuales también encontramos pavos reales en proximidad y convivencia con el paseante, cisnes y ánades en un recoleto estanque y tórtolas y palomas que con gran revuelo se proponen, en la copa de los árboles, disfrutar de la puesta de sol desde tan excepcional observatorio.

En el Campo del Moro, entre la arboleda de falsos plátanos y falsos castaños comienza a bajar la temperatura. Y ahí lo dejamos.


















lunes, 2 de diciembre de 2013

Las últimas de noviembre



En todas las salidas de paseo–en este caso las del mes de noviembre- siempre quedan sin exponer en el blog algunas flores que a pesar de su -a veces- frágil apariencia y falta de identificación lo merecen, pues su porte es vivo, vistoso y bello al paso del viandante.

Las que aquí quedan, tomadas en jardines, paseos, invernaderos, etc. así lo ha sido y en legítima competición con otras que no resistieron el paso de las estaciones primavera-verano. El frio ya llega, caducaran pero esperan el reencuentro con la primavera.