"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

domingo, 8 de julio de 2012

La Rosaleda madrileña.


La Rosaleda. Madrid

Avanzado ya el verano, haré un resumen de las dos últimas visitas (mayo-junio) a este Jardín de la Rosaleda de Madrid que contiene una de las más variadas colecciones de rosas de todo el mundo y sirve al mismo tiempo como espacio de observación de su comportamiento en esta latitud, y un tranquilo paseo con delicias para la vista y el olfato.

Construido en 1956 por el Jardinero Mayor de la Villa, Ramón Ortiz, se organiza en parterres con más de 500 variedades de rosas y espacio para nuevas variedades que se someten a concurso municipal anual. Estanques, fuentes, emparrados y pérgolas ofrecen al visitante un refrescante conjunto floral cada primavera.

He aquí el resumen fotográfico.


























sábado, 7 de julio de 2012

Campo del Moro.

Jardines del Campo del Moro. Madrid
 Ya olvidaba otro reciente paseo por los jardines -de variedad botánica y bien cuidados- con el histórico nombre de Campo del Moro, que limitan con los del Palacio Real y el madrileño paseo de Virgen de Puerto. También este ofrece imágenes excepcionales junto a una tranquilidad también excepcional rodeada de alto arbolado que producen fuertes sombras y frescor, y arbustos que ahora ofrecen su floración más acusada.

Por él, entre su verdor, elementos ornamentales y fuentes, revolotean algunas aves tropicales de reciente alojamiento entre sus copas y que conviven con las cotorras, palomas y gorriones.



















miércoles, 4 de julio de 2012

Urueña. Villa del Libro.



Panorámica de Urueña.

En medio de un ya amarillento campo -“Tierra de Campos”- y sobre un promontorio abierto, he encontrado Urueña, con silueteada muralla y contenedora de un rico tesoro en torno al libro y la escritura. Villa del Libro en España, desde 2008, así conocida.

Callejeando por el “medioevo”-esa es la sensación- y desde el paseo de ronda de su muralla, se divisa el paisaje de la citada Tierra de Campos y los Montes Torozos, la cercana ermita de Nuestra Señora de la Anunciada (románico catalán, siglo XII) y dos destacados palomares, próximos entre sí, circular uno y cuadrado otro. La muralla, conservada en gran parte, se abre en dos puertas, denominadas “de la Villa” y “del Azogue”.

En sus calles, casas de piedra y adobe, restauradas muchas y reconvertidas otras en museos y talleres de encuadernación, caligrafía, iluminación, etc. Y con frecuencia en bastantes de ellas, en sus fachadas, escritos, citas y frases de famosos escritores.

El día, martes, no fue propicio para visitar interioridades, por ello, la iglesia de Santa María del Azogue solo se apreció exteriormente, con grandes contrafuertes y una espadaña del siglo XVIII.

La visita dio para más.