Segunda visita a las Lagunas de Ruidera, en el Parque Natural de su mismo nombre.
Como ya sabemos, están situadas entre Ciudad Real y Albacete, y es un paisaje determinado por la modelación geológica de infinidad de manantiales, arroyos y afloración de aguas que conforman el conjunto de lagunas o remansos, quince en total y a lo largo del valle del río Pinilla o Guadiana Viejo, conectadas entre si por barreras tobáceas, concluyendo en el embalse natural de Peñarroya.
Este paisaje, de belleza natural única, lo forman extensas lagunas con una profundidad de entre 10 y 20 m. separadas entre si por travertinos, barreras de piedra
que provocan las llamativas cascadas, ya rodeadas por vegetación de carrizos y eneas. Sus fondos, de arena y limos blancos son visibles en sus orillas por la transparencia de sus aguas, adquiriendo tonalidades azul-verdoso a mayor profundidad y que dan esa especial característica coloración.
En sus laderas predomina la encina, olmos, álamos blancos y sabinas, junto a carrizos, juncos y espadañas en sus orillas. Esta vegetación cobija y alimenta gran número de aves acuáticas, que varían según la época y que pueden ser porrones, pato colorado, fochas, garzas reales.
Como siempre, las fotografías, auténtico regalo paisajístico.
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