Puerta de acceso al Real Jardín Botánico de Madrid. |
Después de un amigable
café con Antonio Banús, y bajo un sol tamizado por un nuboso gris uniforme, hemos
dado una vuelta “mas” al Real Jardín Botánico, recinto acogedor por el que en
la tarde de hoy hemos paseado entre magnolias, camelias, paeonias y las
exuberantes mimosas, de color y perfume intenso en estos momentos, motivos
atractivos para el visitante y los insectos insaciables que posan sobre ellas.
Para próximas visitas,
ya apunta maneras para ofrecernos a todos los asiduos unas más que explosivas
imágenes primaverales de olor y color del resto de especies que ya anuncian su
floración en yemas y hojas.
Bien aprovisionados de
fotografías, cuando la luz ya empezaba a escasear, nos despedimos con un “hasta
otra” y la mente puesta en la descarga en el ordenador y posterior
contemplación en pantalla de nuestras prometedoras imágenes. Las mías –de vistas
generales de sus terrazas- las dejo aquí para compartir con todos.
1 comentario:
Desde luego le sacas un partido increible a las panoramicas.
Buen fin de semana
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