Un despiste en la
salida de la autovía de Valencia, ha proporcionado hoy un hermoso día de sol y luz
envidiables en un paraje lagunoso -para mi desconocido- del que me dicen que en
un par de meses estará aún más radiante. Me refiero al Parque Natural “Las Lagunas de las Madres”, en Arganda del Rey
(Madrid) y de origen, gravera de extracción de áridos de 1966 a 1984.
El enclave, -de alto
valor ecológico, arqueológico y paleontológico de la Comunidad de Madrid- está
en la confluencia de los madrileños ríos Jarama y Manzanares y ofrece un
paisaje natural espléndido con un recorrido por una cómoda senda perimetral a
las dos primeras lagunas en las que se puede observar flora de especies autóctonas
de ribera y espaciosas zonas de sombra aportadas generalmente por sauces, pinos
piñoneros, chopos y arces, entre otros y acompañados de ánades, lavanderas,
cormoranes y el desconfiado y veloz conejo.
El paseo proporcionó sencillas
y luminosas imágenes del lugar como las que a continuación podéis ver, pero
también otras que –para no ser prolijo- reservo para la próxima entrada en este
blog y con las que también disfruté de manera especial.
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