Escenario del reportaje |
Como adelantaba en la
entrada anterior, amén del disfrute de un paisaje de monte bajo, pinares y
zonas adehesadas de encinas y orografía de roquedos calizos casi en paralelismo
con el discurrir fluvial de las lagunas de Ruidera, lo ha sido el del “feliz
encuentro” con una familia de cabra montés o cabra hispánica, para mi
impensable en esta latitud. Su composición, de cinco a siete especímenes y sin ser
experto y a simple vista, estaba formada por machos más o menos jóvenes con
cuernos fuertes y disuasorios y algunas hembras de reducida cornamenta. Nuestra
presencia no alteró su actividad alimenticia y en algún momento fueron
conscientes de nuestro nerviosismo fotográfico y “posaron” para nuestro
interés.
Ocasión única para conseguir
este tipo de fotografías de naturaleza animal salvaje. Me sentí –nos sentimos-
privilegiados por tan inesperado encuentro. Disfrutad del resultado.
2 comentarios:
Muy buen reportaje Luis, nada que envidiar a los de las grandes publicaciones, por su buena calidad, e imagino, dificultad.
Como me habria gustado hacer fotos como esas, hacer compañia y aprender.
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