Acompañada pero resuelta, se dirigió a mi ofreciéndome su trabajo y su ilusión. Se adelantaba de un grupo de niños y niñas que, junto a sus madres, preparaban un despliegue repartidor de dibujos –quizá el primer dibujo- para festejar el Día Internacional del Niño. Yo acepté su ofrecimiento. Un beso costó el trueque. Fue por el dibujo de Alicia. Aún no tiene tres años.
¡Ah!. El dibujo –seguro que su primer dibujo- tenía nombre de pareado: “Calabazas coloridas, en otoño recogidas”. Gracias, Alicia.
1 comentario:
GENIAL!!!!
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