"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Reflexión sobre el banco solitario























Descubrir rincones solitarios siempre es sorprendente. El de hoy ya lo encontré allá por enero del pasado año cuando me sorprendió en él, el “abrazo de la glicinia”, trepadora que se soporta en otras plantas. En esta ocasión lo he redescubierto en su banco blanco, embutido en el perímetro de una de las glorietas de “los tilos” en el JB.


El banco, solitario, llamativo y aislado, debe guardar las intimidades del paseante que utilice su acomodo, reflexiono. Horas de pensamientos intranquilos unos, confusos otros, callados siempre, junto a breves murmullos pasajeros y con la mirada perdida en las hojas caídas de los tilos, celosos guardianes de ellos y aprovisionadores de sombra en su tiempo. Por un momento………. Nadie.

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