Por los campos de Cantalejo (Segovia) |
Y nadie sabe, flor, el encanto bendito
de tu soledad única, estasiada y divina,
cuando, a una brisa de oro, teñida de infinito,
el sol se va ocultando tras tu verde colina .
La flor solitaria. Poemas agrestes (1910-1911). Juan Ramón Jiménez
1 comentario:
¡Extraordinario! No se puede decir mas con menos
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