Presume de rio y jardines, iglesias y palacios, gentes de prestigio – sabios, literatos, políticos, toreros- y como no, del encanto de sus callejuelas intrincadas, delicadas plazuelas -unas y otras con sabios empedrados- perfumadas por los naranjos en flor y la dama de noche.
¡Sus flores, quietas,
ya duermen en las cunas
de las macetas!
Francisco Villaespesa
Estamos en el mes de mayo, mes de flores, macetas, aroma, cal y sol. Es la esencia de Córdoba. Y de su barrio, el Alcázar Viejo. También, la Calleja de las Flores. Emblema cordobés.
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