Plaza de Carles Pau. Jardín Botánico de Valencia |
Recorrer un jardín botánico
paseando por sus pasillos entre flores, plantas, arbustos y vetusto arbolado
siempre es un verdadero placer. Hacerlo por el “Botánic” de Valencia también lo
es, y si no me remito a las fotografías que adjunto en esta entrada, de las que
su obtención tuvo momentos de los que producen alteración en los cinco
sentidos.
Sensación de
tranquilidad en un recinto rodeado de “ciudad”, con refrescantes claroscuros
proporcionados por el arbolado que acompaña al visitante en casi todo su
recorrido, el perfume conocido o no de plantas aromáticas que llegan a “refrescar”
la memoria, el canto suave de algunos pájaros, mitigado por el de otros más escandalosos
y perturbadores y el vistoso colorido de plantas y flores, del que destaca el
rincón de “los cactus”, con floración muy atractiva y aceptado punto de avituallamiento
de toda clase de insectos voladores, son la impresión cierta y total de la
visita casi a término del mes de mayo. Dejo esas sensaciones fotográficas.
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