Parque de Santander. Canal de Isabel II. Madrid |
Esta pasada primavera
tuvimos la ocasión de pasear por las distintas rosaledas madrileñas, admirando
la belleza de sus rosas, preciosas, tanto que cada una de ellas precisaba de
nuestra atención para que fueran observadas y admiradas. Pasado un tiempo
-breve, fugaz- estas fueron deteriorándose, sin intención de hacerlo, pero su
resistencia fue inútil ante el inexorable paso del tiempo que las obligó a
marchitar -ya en tiempos veraniegos- y desnudarse de su mejor virtud, la
belleza.
La selección de las
que aquí presento fueron tomadas hace escasos días. Muchas de ellas aún
presentan un colorido y viveza de tiempos primaverales a pesar del momento ya
otoñal. Están en el Parque de Santander, de Madrid.
Abandonada al lánguido……
embeleso
que alarga la otoñal
melancolía,
tiembla la última rosa
que por eso
es más hermosa cuanto
más tardía.
“Rosa de otoño”. Leopoldo
Lugones
No hay comentarios:
Publicar un comentario