Visitar hoy, en pleno
otoño, el bosque de Valsaín, es disfrute pleno de naturaleza en estado casi
natural, con arroyos de cauces ora amplios y sosegados, ora encajonados y con
sonoros saltos, pero siempre de aguas limpias, de montaña.
El recorrido por el
bosque húmedo en sus rutas naturales nos ha mostrado su riqueza arbórea de pino
silvestre y roble. El primero, alto y recto, con anaranjadas hojas de aguja y
el segundo, el melojo, de hoja lobulada y bolas curiosas –agallas- de aspecto
acartonado. Zarzamoras, majuelos y endrinos pueblan su suelo, componiendo el paisaje y complementado con los exigentes
líquenes y musgos aferrados a árboles y rocas como indicadores de ausencia de
contaminación y excelente calidad ambiental.
La época otoñal se
completa en estos bosques con un tapiz de grandes helechos que de colores ocres
y amarillos, contrastan con el verdor superior de las coníferas
Ha sido un lujo que guardaremos en el recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario