Interesante paseo sobre
asfalto pero entre frondosos y repoblados pinos de gran porte, jaras
relucientes y robles melojos, rodeando rocas macizas, redondeadas, por entre
las que pronto, el agua de correntía las golpeará, despertando el olor de la
lluvia. El otoño en estas masas boscosas ya muestra sus colores amarillos y
rojos tostados, difíciles de describir con palabras que, en todo caso, nos encaminan
hacia el respeto y conservación de su importante valor ecológico.
Dos sensaciones nos
han envuelto durante la paradas para gozar del paisaje: sensación de altitud
sobre espectaculares vistas en el amplio horizonte y la ausencia casi total del
canto de la fauna que es habitual en el bosque pinar, carboneros, cucos,
petirrojos y otros.
Recorrido por la
carretera de acceso al Arboreto Luis Ceballos (San Lorenzo del Escorial.
Madrid) y al monte de Abantos, lugar considerado mágico. Colorido y buena
temperatura han conseguido hacer gozar del paisaje. Y presta la vista, presta
la cámara. Excelente vista del monasterio escurialense.
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