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| Sombra en el "botánico". En segundo plano, "Pantalones" |
No podía dejar de visitar en estos calurosos días de agosto mi rincón favorito, el botánico madrileño. He comprobado -como en otros tantos ordenes de la vida- que la naturaleza vegetal sigue su ritmo, dejando atrás la belleza de estaciones pasadas, del notable deterioro de sus plantas y flores y la adaptación de ellas para un nuevo ciclo vital llegado su momento.
También he comprobado que algunos de sus ejemplares se resisten a su caducidad y de ello dan cuenta las imágenes que dejo al final de este texto. De nombres conocidos y de complejos orígenes unas, sencillas y humildes otras, pero de vitalidad suficiente para aportar al jardín unos reducidos espacios coloristas buscados y apreciados por el visitante.
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