Palacio Real de Riofrio. Parte posterior. Segovia |
Acertado momento el de
la visita al segoviano Palacio Real de Riofrío, de impresionante arquitectura
sobria y austera, con bello paisaje adehesado circundante de gruesos troncos de
encinas tras los cuales a mayor o menor distancia permiten entrever los
correteos de los cérvidos jóvenes y el descanso del adulto que rumia tumbado
protegido por la cobertura vegetal y el filtrado de los rayos solares entre las
ramas de las que sobresalen sus hermosas astas o cuernas, permitiendo todo ello
abstraerse del mundanal ruido al visitante.
Estoy hablando del
gamo (Dama dama) y en este caso de ejemplares adultos y jóvenes, hermosos y
elegantes, de pelaje pardo rojizo y blanco moteado que de forma sosegada
descansaban unos mientras otros triscaban pasto o se desplazaban
silenciosamente entre él. Durante unos minutos y en espera de más
desplazamientos de los cérvidos, fue un verdadero deleite visual y fotográfico.
Horas más tarde, el sonido de “la berrea” sería buen colofón a la visita. Ello
ya no fue posible.
Con estas palabras de
situación palaciega y paisajística, doy paso a las imágenes (algo lejanas) que
las han producido.
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