Buitre leonado. Fuentidueña. Segovia. |
Sorpresas te da la
vida. Esto ha ocurrido con esta salida. Junto a una abandonada iglesia románica
de finales del siglo XII y principios del XIII, la de San Martín, ubicada en la
segoviana Fuentidueña y motivo principal del desplazamiento, con el sol a media
altura y frente a un paraje kárstico de gran belleza natural, un lejano ruido
llamó nuestra atención: eran aves que sobrevolaban planeando en el entorno y se
posaban en la cima de las profundas gargantas que labró el río Duratón durante
su milenario discurrir por la vega del mismo nombre.
Aguzados la vista y el
zoom, he aquí la sorpresa: sobre la cima de los escarpes rocosos –donde anidan buitres
leonados- a contraluz y posados con elegancia, grupos de estos, esperaban el
momento de iniciar el vuelo, y aprovechar “la térmica” – columna de aire
ascendente- que los auparía a altitudes propicias para sus majestuosos vuelos durante
horas y zonas de visión clara de capturas probables.
A continuación, una
serie de fotografías que ilustran el comentario precedente y que conforman el
relato gráfico. El tiempo se hizo corto ante tan agradable visión inesperada.
El disfrute fue completo.
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