Vista general del humedal Mar de Ontígola. Aranjuez. Madrid |
Pasear
temprano y más a estas alturas de la primavera rozando ya los albores del
verano, es una delicia. Lo es más si el motivo es el fotográfico combinado con la
compañía de dos amigos –Quique y José Antonio- y al borde de un –ahora un tupido
verde- humedal como es el de Mar de Ontígola- El Regajal, refugio de aves como
las garzas, fochas y otras anátidas y poblado de una rica naturaleza viva especialmente
entomológica, con algunas mariposas endémicas que revolotea por entre la
abundante vegetación palustre circundante.
Esta
entrada la ilustraré con una sencilla colección de zigópteros o caballitos del
diablo que abundan en la zona y en el momento actual y aunque trabajosamente visibles
en sus vuelos casi transparentes, producen en el fotógrafo una gran
satisfacción su captura fotográfica, ampliada más tarde en pantalla informática
con la visión de sus características morfológicas destacadas en estos insectos
frágiles y difíciles de alcanzar, distintos a otros de su linaje como las
libélulas, más grandes, activas y fáciles de ver.
Ojos separados,
abdomen más largo que las alas, delgada estructura corporal, vuelo sencillo y
espectaculares colores, conforman su atractivo. Podéis comprobarlo.
1 comentario:
Me ha encantado, Luis. Tus textos son geniales, doctos y faciles de leer.
Ya sabes donde tenemos que volver algun dia.
Un abrazo
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