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Conjunto catedralicio de Salamanca. Fachada lateral |
Lugar
histórico y religioso de relevancia especial es el conjunto catedralicio –vieja
y nueva- de Salamanca.
Si
la vista exterior nocturna es excepcional, su interior es espectacular, de
acusada solemnidad y no excesivas dimensiones. Nada más acceder a la catedral
nueva, el itinerario previsto para la visita dirige al visitante al ingreso en
la catedral vieja. Iniciada a mediados del siglo XII, fue absorbida en parte
por la nueva edificación en el siglo XVI. De su planta basilical en cruz latina
y tres naves, sobresale la bóveda del cimborrio gallonado en el transepto
(Torre del Gallo), apoyado sobre pechinas e inspirado en los de la catedral de
Zamora y Plasencia y la Colegiata de Toro.
Impresiona
el retablo de la nave central (1430-1450) con 53 tablas de varios autores con
temática del Juicio Final y escenas sobre la Virgen y Jesucristo, todas ellas
de colores vivos e influencia italiana, ofreciendo un magnífico conjunto
pictórico. El retablo, en su conjunto está presidido por la Virgen de la Vega,
patrona de Salamanca.
También
merecen ser citadas las capillas y enterramientos que jalonan el recorrido. Un
sencillo patio o claustro central neoclásico completan su planta.
De
vuelta al inicio en la catedral nueva -gótica y tardogótica-, la imagen de la
nave lateral impacta por su amplitud y altura. Su planta de salón con tres
naves y otras dos de capillas y entre pilares, alojan bóvedas complejas y
atractivas con variada combinación de nervaduras. El cimborrio del crucero,
afectado por el terremoto de Lisboa de 1755, fue modificado por otro neoclásico
tal como se contempla en la actualidad, cuerpo ochavado sobre pechinas, tambor
cilíndrico con ventanales y cúpula semiesférica
con relieves escénicos de la Virgen.
La
capilla mayor, de planta rectangular y bóveda estrellada, carece de retablo
desmontado en 1743. Su lugar y sobre muro de sillería lo ocupa un dosel de
terciopelo sobre el que se sitúa una imagen de la Virgen de la Asunción
(Esteban de Rueda, 1624)
De
su exterior, dos fachadas, profusas en detalles y relieves de escenas del
Nacimiento y Epifanía y un Crucificado
flaqueado por San Pedro y san Pablo, la principal y la portada de Ramos,
con conjunto explicativo de la entrada de Jesús en Jerusalén.
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Trascoro y nave central. Catedral Nueva |
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Bóvedas de la nave central. Catedral Nueva |
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Detalle de bóvedas de la nave central. Catedral Nueva |
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Catedral Vieja. Nave central y retablo de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Retablo de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Retablo de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Cimborrio |
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Catedral Vieja. Sepulcros y pinturas en el lado sur de crucero |
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Catedral Vieja. Bóvedas nervadas y detalle del cimborrio |
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Catedral Vieja. Claustro |
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Catedral Nueva. Torre desde el claustro |
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Catedral Vieja. Detalle del artesonado de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Detalle del artesonado de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Remate del artesonado de la capilla mayor |
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Catedral Vieja. Naves central y lateral |
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Catedral Nueva. Bóvedas nave central |
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Capilla Nueva. Órgano |
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Catedral Nueva. Nave central desde el coro |
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Capilla Nueva. Órgano |
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Catedral Nueva. Bóveda central en crucero. |
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Catedral Nueva. Púlpito |
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Catedral Nueva. Naves central y lateral |
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Catedral Nueva. Detalle conjunto de bóvedas de crucero y nave central |
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Catedral Nueva. Detalle de una pechina en la bóveda del crucero |
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Catedral Nueva. Capilla mayor |
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Catedral Nueva. Capilla mayor |
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Catedral Nueva. Detalle conjunto de bóvedas de crucero y nave central |
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Añadir leyenda |
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Catedral Nueva. Compleja combinación de nervaduras |
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Catedral Nueva. Nave lateral izquierda |
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Catedral Nueva. Fachada pricipal |
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