Arrozales en Navalvillar de Pela. Badajoz |
La grulla, por su
especial carácter asustadizo y desconfiado es un ave que de siempre ha atraído
mi atención. Esta entrada que os presento va dedicada a ella con imágenes
captadas en la Siberia Extremeña en algunas de las charcas y arrozales próximas
a la pacense Navalvillar de Pela. Como espectacular y emblemática está
considerada la grulla por estos lares en su época invernal.
Su número,
incalculable pero tremendamente abundante, está siendo determinado últimamente por
las que en sus viajes migratorios deciden quedarse unos meses en estos y otros
humedales próximos como dormideros que le proporcionan húmedo refugio, descanso
y alimentación entre el rastrojo del arrozal y maizal junto a las abundantes
láminas de agua de embalses cercanos y cuya llegada o salida de ellos hacen
variar las fechas, haciendo con ello un espectáculo digno de ser admirado. Las cordadas
de grullas en el atardecer rojizo de la puesta de sol así lo atestiguan.
Mi agradecimiento a David
López que me aconsejó la visita a tan singular paraje y a Rafael López,
soportador de mi compañía en esta salida y como telón de fondo, las fotografías
de hace escasos días y una entresacada estrofa del “Poema La Grulla”, de José
Eustasio Rivera.
Sin rumbo,
ya cansada, prolonga todavía
sus gritos
melancólicos en el hostil paisaje;
y luego, por
las ráfagas vencido su plumaje,
desciende a
las llanuras donde se apaga el día.
1 comentario:
Fantastica entrada. No se que me ha gustado más, si el texto o las fotos.
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