Jardines del Campo del Moro |
De la visita ayer al Campo del Moro dejé de mencionar intencionadamente una curiosidad que observé en dos estatuas, históricamente muy relacionadas entre sí y con una característica común y otra dispar.
Me refiero a la escultura de la reina Isabel II y la de su indeseado y breve marido el rey consorte Francisco de Asís de Borbón. Ambas tienen la nariz destrozada –característica común- no por el tiempo, si no posiblemente por acto gamberro ocasional. La característica dispar es referida a su emplazamiento. En tanto que la de Isabel II se halla en explanada abierta, bien visible y protegida por indicador de prohibición de pisar el césped, la de Francisco de Asís, curiosamente, se encuentra recóndita entre arbustos y arboleda de cierta altura, sin acceso cercano por sendero visible que lleve hasta ella y de espaldas al posible paseante que, una vez localizada, pretenda acercarse a ella. Curiosos el emplazamiento y la orientación.
Informado del personaje, su relación con la anterior y los motivos y acontecimientos de la época, me he hecho esta pregunta: ¿será por castigo eterno?. Me gustaría conocer la respuesta.
Isabel II |
Francisco de Asis de Borbón |
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