Después de los momentos ajetreados de la oleada peregrina convocada en Madrid días pasados, el Paseo del Prado y por ende, el Museo del mismo nombre y el oasis vegetal adjunto, han recuperado su ambiente usual de turistas, paseantes y amantes del recinto botánico.
Hoy domingo, pensando en el “post” sobre los árboles singulares del Botánico madrileño para el mes de agosto, sorprendida ella y sorprendido el fotógrafo, de un “ciprés de Lawson”, surge la mariposa que, de forma imprevista e inquieta, déjase fotografiar. A buen seguro de errar, la mariposa bien podría ser una “argynnis paphaia”. A los entendidos dejo su correcta denominación. Y van las fotos.
Hoy domingo, pensando en el “post” sobre los árboles singulares del Botánico madrileño para el mes de agosto, sorprendida ella y sorprendido el fotógrafo, de un “ciprés de Lawson”, surge la mariposa que, de forma imprevista e inquieta, déjase fotografiar. A buen seguro de errar, la mariposa bien podría ser una “argynnis paphaia”. A los entendidos dejo su correcta denominación. Y van las fotos.
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