Vista de la Puerta de Murillo desde el Paseo de Quer.
Dicen de la ardilla que es sociable y simpática, que acepta la presencia humana. Esta mañana he observado sus movimientos rápidos pero desconfiados. También ella me ha observado a mi. Ha trepado al árbol con la curiosidad de hacerlo a mi altura. Comprobada mi astuta inmovilidad, ha descendido dejando visible su poblada cola de pelaje rojo oscuro. Y fuese.
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