Potro de Lozoyuela.
Tras una forzosa “sequía fotográfica” – producida por una fractura- he vuelto por la sierra Norte de Madrid, por la zona del valle del Lozoya y he recogido estas imágenes de estructuras que hasta bien mediado el siglo XX eran de uso común en la zona rural. Hablo del “potro de herrar”, frágil reliquia del mundo ganadero y ya patrimonio etnográfico.
Previsto para el herraje animales como el mulas, caballos y asnos, fundamentales elementos de las tareas agrícolas, estaba compuesto por cuatro postes verticales de piedra de granito –originalmente de madera- que soportan vigas también de madera y dispuestos de forma que permitían amarrar el animal al que se le pretendía –tras la retirada de las desgastadas- colocar nuevas herraduras previa nivelación y limpieza del casco. También se usaba para facilitar la cura de estos animales.
Unos tienen una excelente conservación o restauración y otros destruidos por el paso del tiempo. Los visitados se sitúan en las localidades de Lozoyuela, El Cuadrón y Lozoya.
Previsto para el herraje animales como el mulas, caballos y asnos, fundamentales elementos de las tareas agrícolas, estaba compuesto por cuatro postes verticales de piedra de granito –originalmente de madera- que soportan vigas también de madera y dispuestos de forma que permitían amarrar el animal al que se le pretendía –tras la retirada de las desgastadas- colocar nuevas herraduras previa nivelación y limpieza del casco. También se usaba para facilitar la cura de estos animales.
Unos tienen una excelente conservación o restauración y otros destruidos por el paso del tiempo. Los visitados se sitúan en las localidades de Lozoyuela, El Cuadrón y Lozoya.
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