"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

lunes, 18 de enero de 2016

La Casa de Dulcinea

Fachada de la Casa-museo de Dulcinea. El Toboso. Toledo.

Agradable e interesante paréntesis entre humedales ha sido la visita al manchego y cervantino pueblo de El Toboso, en el cual hemos admirado una recreación etnográfica y ambiental de la época cervantina en el edificio del siglo XVI que hoy alberga la casa-museo que fue –según tradición- de doña Ana Martínez Zarco de Morales, inspiradora de la literaria Dulcinea, musa del Caballero de la Triste Figura.

La vivienda, casa señorial manchega y para uso labriego, presenta alcobas, cocina, aseo, bodega, almazara, molino de pienso, todo ello equipado con sus correspondientes ajuares, cesterías y cerámicas, hierros y cobres, además de objetos para elaborar quesos. En el patio, amplio y blanqueado, sobresale un carro y una galera y utensilios de labranza, así como una prensa de aceite con una viga de madera de 15 m.

“Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse, porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma” (p. 43).